Vibración Biomolecular (VBM).

El tratamiento de vibración biomolecular se utiliza para producir: lipólisis (eliminación de grasas), destrucción de la fibrosis (la formación o desarrollo en exceso de tejido conjuntivo fibroso como consecuencia de un proceso reparativo o reactivo), regeneración tisular y reestructuración proteica (retracción y remodelación del tejido conjuntivo).

Por efectos del envejecimiento se degradan las proteínas de la matriz extracelular, resultando en la sequedad, flacidez, arrugas y menor elasticidad de la piel. En esta degradación las proteínas sufren la pérdida de su estructura original y su óptimo funcionamiento. La VBM es una tecnología que emite vibraciones mecánicas que generan calor de hasta 60°C, generando la energía de activación que resulta en la reestructuración proteica, dando lugar a la retracción y remodelación del tejido conjuntivo. Los resultados generales del tratamiento son, además de la reestructuración proteica, la destrucción de la fibrosis (celulitis) y los adipocitos (que almacenan las grasas), la disminución de la flaccidez y la eliminación de la piel de naranja.

En su aplicación facial, la VBM genera un efecto de calor a una profundidad de 4 a 6 mm de la epidermis, produciendo un aumento de la vascularización de la piel, remodelación de la estructura de la zona y un aumento de la producción de colágeno, resultando en la disminución de la flaccidez facial y en una mayor elasticidad de la piel.